Visitar las ruinas siempre es un lujo. No importa que ya hayan pasado muchos años y visitas desde aquellas primeras veces, cuando uno podía nadar solo en la playa principal donde lo hacían los Mayas y a la salida apenas encontraba puestos para turistas o taxis.
Yo prefiero temprano con poca gente, pero si al final la visita es en domingo y por la tarde tampoco importa pues la magia esta por todos lados. Basta caminar con respeto y las sensaciones llegan.
Quizá sean nuestras playas las que hoy nos dan mas fama, pero son sin duda las ruinas y el legado tanto cultural como energético que los Mayas aquí dejaron lo que hacen de Tulum un lugar mágico y especial. Hay que respetarlo…